"Un garabato que sueña en grande, lleno de abundancia y posibilidades ilimitadas."
"Manifiesto Garabático del Millón"
Yo, Garabato millonario,
declaro que un trazo torcido
puede ser más valioso que un diamante.
Mis líneas bailan sin coreografía,
mis curvas son puro derroche.
El mundo se rinde ante mis manchones
porque, ¡oh!, el caos también sabe a riqueza.
No aspiro a monedas,
sino a risas que llenen cofres vacíos.
¿Y si mi fortuna son ideas alocadas?
Firmo este manifiesto con tinta imaginaria
porque, total, la billetera no importa
cuando tienes un trazo que brilla.
Microhistorias:
La Subasta del Siglo
En una prestigiosa sala de subastas, los millonarios se peleaban por un lienzo en blanco. "¿Dónde está el arte?", gritaba un crítico. Pero alguien señaló un garabato diminuto en la esquina.
"¡Ahí está la genialidad!", exclamó otro.
El martillo bajó con fuerza: "Vendido por un millón".
El autor, entrevistado después, confesó:
"Era mi lista de compras, pero se me torció el lápiz".
El Garabato Empresarial
La Garabato Corp. abrió sus puertas con una propuesta revolucionaria:
“Vendemos líneas que no llevan a ningún lado.”
Los clientes amaban el producto, porque ¿quién necesita sentido en estos tiempos?
En poco tiempo, sus trazos aparecieron en logos, anuncios y hasta tatuajes.
“Es arte conceptual”, explicaba el CEO, un bolígrafo bic.
“Y si no lo entendés, más caro lo vendemos.”
Poemas:
El Garabato y el Oro
Era un garabato humilde,
de esos que nacen distraídos.
Pero soñaba con grandeza,
como un rey entre los fluidos.
"¡Seré oro!", dijo un día,
y el lápiz, temblando, le dio forma.
Ahora está en billetes de banco,
¡porque hasta el caos se transforma!
Riqueza Torcida
Me dibujaron en una servilleta,
entre un café y un bostezo.
Soy la curva que olvidaron borrar,
la que ríe al borde del exceso.
Hoy me cuelgan en paredes caras,
mi forma se subasta entre brillos.
Soy un garabato millonario,
la ironía entre bolsillos.
Relatos Humorísticos:
La Bolsa del Garabato
Una mañana, la Bolsa de Valores amaneció en caos:
"¡El índice Garabato sube un 300%!"
Empresarios corrían detrás de hojas arrugadas, firmando contratos en servilletas con trazos desprolijos.
Al final del día, alguien preguntó:
"¿Pero qué vendemos exactamente?"
Un gurú respondió:
"Esperanza, en zigzag".
El Banco del Garabato
En un pueblo remoto, abrió un banco diferente:
“El Garabato Bank. Donde tus ideas torcidas valen más.”
En lugar de firmas, aceptaban trazos irregulares.
"¿Y el crédito?", preguntó un cliente.
"Depende del estilo de tu garabato", explicó el gerente, un genio con bigotes de plumón.
El pueblo prosperó, porque todos llevaban un artista en el bolsillo.
Nuevo Manifiesto:
La Dinastía Garabato
Hoy declaro, con la solemnidad de un plumón seco,
que los garabatos dominarán el mundo.
Somos la línea que no pide permiso,
el error que vale oro,
el borrón que firma tratados de paz.
No tememos al juicio,
porque, ¿quién puede juzgar un trazo rebelde?
Somos la prueba de que lo inacabado también es arte,
y que la riqueza no está en el orden,
sino en el caos glorioso de nuestras curvas.
Así que, amigos garabáticos,
tracen sin miedo,
porque hasta las cuentas bancarias más gordas
empezaron con un cero...
y un garabato al lado.
"En un mundo que busca líneas rectas, el garabato es el único que sabe dónde se esconde la libertad."
Texto generado por ChatGPT en respuesta a interacciones personalizadas.
Cortesía de OpenAI.
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